Caudillos, pobreza y algo más...


Caudillos, Pobreza y algo más…
Grandes cambios, política de gasto desmedida, reivindicación de minorías étnicas, parecen ser lugares comunes a la construcción de plataformas políticas endebles, dando paso al resurgimiento de un populismo barato que busca instalarse y corroer los diseños institucionales de la región latinoamericana. En palabras del Dr. Luís Alberto Lacalle, ex presidente de Uruguay, nos enfrentamos a un fenómeno de inflación de los más peligrosos, por extraño que parezca no se encuentra referido al dinero sino a la inflación de las promesas electorales.
¿Cuál es la raíz? Políticas indolentes, insensibles que olvidan que 230 millones de latinoamericanos viven en la extrema miseria. En este escenario desolador aparecen ciertos personajes que prometen al igual que el Rey Midas transformar en oro lo que se ponga a su paso; no obstante, este nuevo caldo de cultivo representado por el resurgimiento de caudillos en el continente americano no puede hacer más que alertar a quienes observamos impávidos las intervenciones del Presidente Chávez en los procesos electores de Nicaragua, Perú y México, así como, el establecimiento de bases militares en Bolivia.
En este contexto, un desafío importante en la agenda de la nueva legislatura será: ¿Cómo incluir en sus proyectos de ley a miles de mexicanos vapuleados por la crisis económica? ¿Cómo impulsar una política de gasto responsable? Aunque parezca una verdad de perogrullo… conciencia y preocupación por los problemas reales de la gente, pero sin olvidar que el camino para su solución debe inscribirse en un escenario democrático y plural donde las instituciones salgan fortalecidas.
Esto es, “no podemos entender una política de desarrollo social adecuada y eficiente si la concebimos disociada de una política económica responsable”.
Propósitos dignos de celebrarse, aun más se debe procurar y observar el dicho “no le des pescado, enséñale a pescar“, agregándole en palabras del ingeniero Slim, también resulta necesario venderlos.
Con estos propósitos en carpeta es importante llamar la atención sobre una decisión crucial, apostar por la reducción de la pobreza o por políticas más igualitarias en la distribución del ingreso.
En principio, parecería que lo más indicado sería apostar por la primera opción, adoptando un modelo social como el chileno donde en el último tiempo la reducción de la pobreza extrema ha tenido gran éxito, a pesar de existir un déficit importante en el combate por la reducción de la enormes brechas que existen en la distribución de ingreso, que han llevado al país andino ha ubicarse como el más desigual de la región.
Lamentablemente, el escenario parece plantearse bajo estas condiciones, ya que en nuestro país la existencia de un corporativismo, fecundo para el fortalecimiento de lo que genéricamente se han llamado monopolios (término utilizado por economía conceptual) impide apostar por una política social dirigida a una eficiente y consciente distribución del ingreso.
Una solución para nueva legislatura debería inscribirse en un escenario en que políticas de reducción sean compatibles con políticas que ataquen la distribución del ingreso.
Resultará interesante lo que se pueda hacer en este renglón, apostando a un clima de negociación con las grandes estructuras corporativas existentes en territorio azteca.
En estas circunstancias resultan aleccionadoras palabras de Alejandro Toledo, ex presidente del Perú, “acabemos de una vez por todas con el mito que a los empresarios no les preocupan los pobres; por el contrario, un combate franco contra la pobreza, permitirá recuperar un sector importante como impulsor de una economía sólida y responsable”.
Esperando que nuestros legisladores den una muestra de civilidad y de respeto por las instituciones que tanto nos ha costado construir.
Optimista Ciudadano del mundo