Yo si firmo por un salario digno en ACCIÓN.

Una sociedad en la que impera un pragmatismo exacerbado ha propiciado el extravío de la dignidad humana en las incomprensibles curvas de la oferta y la demanda.
 
Situación que en los hechos ha convertido la salvaguarda de la dignidad humana en una quimera que debe ceder ante una lógica de la inmediatez dominada por las cifras macroeconómicas, que no hacen otra cosa que despersonalizar al ser humano y relegarlo a un espacio donde el todo importa más que la parte.
 
Es por ello que ante esta imperiosa necesidad de salvaguardar la dignidad humana resulta necesario replantearse si bajo las condiciones actuales una familia puede cubrir sus necesidades básicas.
 
Y la respuesta inmediata encontrará como derrotero común un rotundo NO, en donde claramente se vislumbra un ser humano que ha pasado a ser concebido como un medio para alcanzar una cifra macroeconómica y no como un fin en sí mismo en nomenclatura kantiana.
 
De tal modo, ante este escenario desolador Acción Nacional bajo el incesante y perpetuo propósito de generar bien común, en honor a uno de su ejes fundacionales caracterizado por la salvaguarda de la dignidad humana ha emprendido una cruzada en aras de lograr un salario digno para todos los trabajadores.
 
Hecho que de manera indubitable redundara en la generación de condiciones que provean a los mexicanos de la satisfacción de sus necesidades básicas y progresiva concreción de sus sueños y esperanzas.
 
De lo contrario como pensar en un desarrollo sostenido si nuestros trabajadores no cuentan con piso mínimo que les permita competir en igualdad de condiciones.
 
Es por ello que ante este estado de cosas en donde polula el fantasma alarmante de la inflación deberá ser contrarrestado con un debate nacional que ponga en el centro una realidad que confronte diversos puntos de vista sobre la necesidad de establecer un salario digno.
 
Ello siempre bajo reglas del juego que destierren cualquier resquicio de insensibilidad y mezquindad que relegue a nuestros trabajadores a un segundo plano.
 
Así pues bajo la bandera de la consulta popular será el momento propicio para que los ciudadanos nos cuestionemos si es posible contar con un salario digno, bajo un parámetro razonable como lo es por ejemplo la línea de bienestar establecida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL)
 
Todo lo cual no haría otra cosa que materializar lo dispuesto en el artículo 123 constitucional que establece que el salario mínimo debe ser suficiente para la satisfacción de las necesidades de la familia de un trabajador.
 
De tal modo al redimensionar la pertinencia de este planteamiento, sólo hasta este momento podremos visualizar la cristalización de las palabras en ACCIÓN.
 
Es así que se deberá resaltar este esfuerzo institucional emprendido por Acción Nacional, a través de nuestro Presidente Nacional para convertirnos en aquella fuerza democratizadora que recupere su centro social con el firme propósito de construir una patria ordenada y generosa.
 
Sin olvidar que en este escenario la participación ciudadana en conjunción con la voluntad política constituirán la llave para la generación de bien común.